Mi nombre es Susana Pérez Gil, estudié profesorado de Yoga y Terapias Manuales; hace años que me dedico a dar clases de Yoga y Masajes. Siempre me he sentido inspirada por la India, su cultura y su espiritualidad. Así fue como hace unos 17 años empecé a practicar Yoga como algo beneficioso para cuerpo, mente y espíritu, al principio pensaba en estar bien físicamente y tener una mente estable, entonces fue cuando experimenté el primer ‘salto’ y me puse a estudiar Quiromasaje a lo que le siguió el Drenaje Linfático, la Reflexología y On Site (digitopresión), luego tuve otro ‘salto’ y me puse a estudiar algo más sutil como es la Técnica Metamórfica, el Reiki y el Reikido (el camino del Reiki). Estaba muy feliz, pero sentía que faltaba algo más, y ese algo, fue hacer la Formación de Profesora de Yoga, algo que tantos años llevaba practicando; ese siguiente ‘salto’ lo hice en la I.Y.T.A., y seguí ampliando conocimientos, junto a ellos, estudiando además el Yoga Post-Parto, Crianza y Niñ@s, Hipopresivos adaptados al Yoga…Mientras hacía la Formación de Profesora de Yoga, me entusiasme por la lengua sánscrita a través de los Mantras y su precioso vocabulario, y entré en la Universidad de Filología de Barcelona para empezar a estudiar Sánscrito durante 5 años otro ‘salto’ emocionante. La Formación de Profesores de la I.Y.T.A. me brindo la oportunidad de colaborar como profesora de ‘Sánscrito relacionado con el Yoga’ y acepté, este ‘salto’ me imponía. Mis inquietudes siguieron creciendo y entré en Equilibrium Sala Bhakti (A.E.P.Y) para continuar mi formación en Bhakti-Vinyāsa-Yoga y Yoga-Fusión (Fusión de Haṭha-Yoga y Kuṇḍalinī-Yoga) y fue cuando me ofrecieron también entrar como colaboradora de esta Formación de Profesores y dirigir la asignatura de Sánscrito, y la parte de Yoga Embarazadas, Yoga Crianza (Mamás y Bebés), Yoga Niñ@s-Adolescentes y Yoga Tercera Edad. A ambas Formaciones les estoy muy agradecida, ya que no sólo comparto lo que aprendí, sino que indirectamente sigo aprendiendo junto a ellos. Desde hacía mucho tiempo, un sueño siempre me invadía y era formar mi propio centro de Yoga y Terapias, ¡eso sí que era un ‘Gran Salto’!, busqué el lugar y pude ver desde el primer momento, con los ojos mi corazón, tal y como iba a ser; en ese momento surgió un viaje, para mí ‘El Gran Viaje’, ir a la India con los profesores con los que me había formado en mi práctica personal durante 17 años, y a través de quienes recibí el linaje que seguimos dentro de la tradición ortodoxa del Yoga Integral de Śrī Aurobindo y el Yoga de la tradición (linaje, textos…). Además de la experiencia de ser madre de dos hijos maravillosos, Melanie y Kevin, la experiencia de ir a India ha sido una de las más extraordinarias de mi vida. Todo el viaje fue enriquecedor e intenso, pero la experiencia más señalada del viaje, fue subir la Montaña Sagrada del Sur de India, Aruṇāchala, en Tiruvannamalai, junto con mis compañeros Miguel Angel y Jaime, a quienes siempre llevaré en mi corazón pues forman parte de la experiencia en la montaña. Cuando estábamos subiendo la montaña, debido al calor tan intenso, pensé que no llegaría a la cima, fue entonces cuando el guía que nos acompañaba explicó una bonita historia sobre Śiva, en el que se cuenta que Aruṇāchala es el propio Śiva, y que este escucha el corazón del que sube la montaña y si este es puro, facilita el ascenso para que puedas llegar a la cima, y así fue, finalmente llegué a la cima. Ya entonces supe, que el centro que había empezado a gestarse, ya tenía nombre, y su nombre iba a ser y es ‘Aruṇāchala’, ¡Oṁ Namaḥ Śivaya!
Centro de Yoga en Cornella del Llobregat 