La reflexología es una disciplina que se emplea para tratar un amplio rango de dolencias y que consiste en la estimulación de determinados puntos del cuerpo mediante pequeños masajes que ejercen presión.

La Reflexología viene utilizándose desde tiempos inmemoriales, ya que se basa en principios similares a los de la acupuntura, en el sentido de que defiende que el cuerpo se encuentra atravesado por meridianos a través de los cuales discurre la energía, y que, por tanto, es posible actuar sobre dolencias de diferentes partes del cuerpo estimulando mediante masajes dichas corrientes energéticas.
Las zonas donde con más frecuencia se realizan los masajes son los pies y las manos, ya que se consideran las zonas terminales de estos meridianos de energía, y cuya manipulación tendrá reflejo en el resto de zonas comunicadas.
La reflexología no trata la curación de los síntomas, sino que entiende el cuerpo humano como una unidad energética en su conjunto. Según los expertos en reflexología, la energía que no fluye naturalmente por los cauces establecidos (los meridianos), es la que provoca las dolencias, y sólo mediante la manipulación por parte de un especialista de los puntos conectados, es como puede ponerse remedio al problema. Una vez aplicada la presión sobre aquellos puntos clave, el cuerpo recupera su equilibrio energético y se retorna a una situación de normalidad.
Un gran número de pacientes afirman haber experimentado notables mejoras en su estado de salud o en el tratamiento de dolencias concretas con las terapias de Reflexología.
